El consejo el más importante: tener voluntad y ganas de ayudarse.

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No hay ninguna duda al afirmar que la Selva Amazónica es uno de los lugares más impactantes y bellos que existen en el planeta, no hay nada en el mundo que se compare a esta exuberante selva. Serán inmergido en la selva Amazónica, en contacto con los autóctonos, sin perder el acceso al “mundo moderno”.

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La escucha y la comunicación benevolentes favorecerán la comprensión, la empatía y el entendimiento. Así, al más cerca de la población local, el pequeño grupo viajara de una manera respetuosa con la población, sus culturas y de su medio ambiente, sabiendo apreciar la simplicidad y la rusticidad de las condiciones.

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La idea es de favorecer la accesibilidad y crear vínculos de confianza con las culturas autóctonas. Una parte importante del viaje será dedicada al aprendizaje y a la experimentación. Tocaremos la cosmovisión de algunas etnias y cooperaremos juntos en algunas actividades ancestrales. Un tiempo será también consagrado a relajarse, dejar exprimir la sensibilidad, inspirada por las sensaciones y las emociones del lugar.